Ir al contenido principal

Babesia: la malaria de Lyme que causa sudores, fiebre y disnea

Esa coinfección que empeora los síntomas de Lyme

Cuando hablamos de la enfermedad de Lyme, muchas veces nos enfocamos únicamente en la bacteria Borrelia. Sin embargo, no siempre viene sola. Babesia es una de las coinfecciones más comunes y debilitantes en pacientes con Lyme crónico, y su presencia puede alterar completamente el pronóstico y la estrategia terapéutica.

Esta infección, a menudo subdiagnosticada, comparte similitudes sorprendentes con la malaria, incluyendo su forma de transmisión, su afinidad por los glóbulos rojos y sus síntomas clínicos más destacados: fiebre intermitente, sudoración intensa, disnea y fatiga incapacitante.

 

¿Qué es Babesia?

Babesia es un género de protozoarios intraeritrocitarios —es decir, que infectan directamente los glóbulos rojos— transmitidos principalmente por la picadura de garrapatas del complejo Ixodes scapularis, las mismas que transmiten Borrelia. Esta relación hace que Lyme y Babesia sean compañeras frecuentes en una misma picadura (Krause et al., 1996).

Existen más de 100 especies de Babesia reconocidas, pero las más relevantes en humanos son Babesia microti, Babesia duncani y Babesia divergens. En América del Norte, B. microti es la más prevalente, pero en otras regiones pueden coexistir distintas especies, incluso no tipificadas, lo que complica el diagnóstico (Hildebrandt et al., 2013).

En México y América Latina, el panorama aún es incipiente: existen estudios entomológicos que han identificado Babesia en garrapatas y fauna silvestre, pero el reconocimiento clínico es prácticamente nulo, lo que incrementa el subregistro y la falta de tratamiento oportuno (Ulloa-García et al., 2020).

 

¿Cómo se transmite Babesia?

La forma más común es a través de la mordedura de una garrapata infectada. Sin embargo, Babesia también puede transmitirse por transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos y de forma congénita durante el embarazo (CDC, 2020).

Esto significa que, a diferencia de Borrelia, Babesia puede contagiarse incluso años después de una exposición al vector, si la persona recibe sangre contaminada. Esta vía transfusional es especialmente preocupante en países sin tamizaje obligatorio para babesiosis.

 

Un parásito como la malaria

Babesia invade los glóbulos rojos, igual que lo hace el Plasmodium (causante de la malaria), y al destruirlos progresivamente puede causar anemia hemolítica. Esto genera síntomas que fluctúan y aparecen en ciclos: fiebre alta, escalofríos, sudoración nocturna y debilidad generalizada.

Algunas personas presentan ictericia (color amarillo en piel y ojos), orina oscura, dolor torácico, dificultad para respirar o taquicardia. En casos graves o con inmunosupresión, puede progresar a insuficiencia respiratoria, colapso cardiovascular o incluso la muerte si no se trata (Vannier & Krause, 2012).

“Babesia puede causar una infección crónica con síntomas cíclicos, similares a la malaria, e incluso más debilitantes cuando coexiste con Lyme. Su diagnóstico tardío puede empeorar significativamente la evolución clínica del paciente” (Hildebrandt et al., 2013).

 

¿Por qué se vuelve crónica?

En teoría, Babesia debería resolverse con tratamiento adecuado. Pero en pacientes con Lyme, la respuesta inmune suele estar comprometida, permitiendo que el parásito persista en los eritrocitos o se esconda en tejidos con poco acceso inmunológico. Esta resistencia se asocia también a cepas variantes, formación de biofilm y capacidad de evadir la respuesta del bazo y los macrófagos (Horowitz, 2013).

Además, existen especies de Babesia que no responden bien al tratamiento convencional. Muchos pacientes con Lyme presentan recaídas o persistencia sintomática meses o incluso años después, especialmente si no se aborda la coinfección de manera específica.

 

¿Cómo se diagnostica?

Diagnosticar babesiosis no siempre es sencillo, especialmente cuando coexiste con la enfermedad de Lyme. Los síntomas se superponen con muchas otras condiciones, y los médicos rara vez la sospechan fuera de regiones endémicas bien conocidas.

El método más clásico es el frotis sanguíneo, donde se pueden observar los parásitos dentro de los glóbulos rojos con tinción de Giemsa. Sin embargo, esta técnica tiene baja sensibilidad, especialmente en infecciones crónicas o con baja carga parasitaria. Además, algunos laboratorios no cuentan con personal capacitado para reconocer a Babesia en etapas iniciales.

También se utilizan pruebas moleculares como la PCR para detectar el ADN del parásito en sangre, y pruebas serológicas (IgM e IgG) que evidencian la exposición pasada o reciente. No obstante, como sucede con Borrelia, un resultado negativo no descarta la infección si los síntomas persisten.

“La babesiosis crónica puede no detectarse en frotis o incluso en PCR estándar. En muchos pacientes con Lyme, se requiere una alta sospecha clínica y pruebas repetidas en laboratorios especializados” (Vannier & Krause, 2012).

En México, la babesiosis humana no está incluida en los protocolos diagnósticos oficiales, por lo que es prácticamente invisible para la mayoría de los profesionales. Existen algunos estudios sobre detección de Babesia en animales domésticos y garrapatas silvestres, pero aún no se ha incorporado al catálogo nacional de enfermedades transmisibles.

 

Síntomas que alertan sobre Babesia

Aunque cada persona puede manifestarla de forma distinta, hay ciertos signos y síntomas que deberían hacer sospechar de babesiosis, especialmente en un paciente con diagnóstico (o sospecha) de Lyme:

  • Sudoración intensa (sobre todo nocturna)
  • Fiebre sin causa aparente, que puede aparecer en ciclos
  • Dificultad para respirar (disnea) y sensación de falta de aire
  • Fatiga profunda que no mejora con el descanso
  • Dolor torácico o palpitaciones
  • Mareos o sensación de “cabeza vacía”
  • Coloración amarillenta en ojos o piel (ictericia)
  • Orina oscura o espumosa
  • Hematomas o moretones sin causa aparente

En pacientes inmunosuprimidos, con esplenectomía (sin bazo), o en edad avanzada, la infección puede agravarse rápidamente y ser potencialmente mortal.

 

Tratamiento convencional

El tratamiento de elección suele ser una combinación de atovacuona (un antiparasitario) y azitromicina (un antibiótico macrólido), administrados por vía oral durante 7 a 10 días. Esta combinación tiene buena tolerancia y se utiliza especialmente en infecciones leves a moderadas.

En casos graves o en pacientes inmunocomprometidos, se puede usar clindamicina junto con quinina, aunque esta última puede tener efectos secundarios importantes (náusea, tinnitus, alteraciones visuales).

El tratamiento se puede extender a 6 semanas o más en casos crónicos o con recaídas frecuentes. Algunos pacientes con Lyme requieren ciclos intermitentes o repetidos, especialmente cuando el sistema inmune no logra erradicar completamente al parásito.

 

Tratamientos complementarios y alternativos

Algunos protocolos integrativos, como el de Stephen Buhner o el protocolo Cowden, incluyen extractos vegetales con actividad antiparasitaria y moduladora del sistema inmune, como:

  • Artemisia annua (ajenjo dulce)
  • Cryptolepis sanguinolenta
  • Alchornea cordifolia
  • Neem (Azadirachta indica)

Estas plantas, aunque prometedoras, deben usarse bajo supervisión profesional, especialmente en pacientes con coinfecciones múltiples o enfermedades hepáticas. No sustituyen al tratamiento médico convencional, pero pueden ser útiles como parte de un enfoque más amplio.

 

¿Por qué es tan importante tratar Babesia?

Cuando Babesia no se trata, puede cronificarse e intensificar los síntomas de Lyme. Aumenta el grado de inflamación sistémica, afecta la oxigenación celular y puede generar anemia persistente, mayor disautonomía, intolerancia al ejercicio y disnea.

Además, se ha observado que en coinfecciones Borrelia–Babesia, la respuesta al tratamiento antibiótico es más lenta, los Herxheimer más intensos y el riesgo de recaídas mucho mayor (Krause et al., 1996).

Por eso, muchos médicos especializados en Lyme recomiendan que, ante la presencia de síntomas característicos, se inicie el tratamiento contra Babesia incluso si las pruebas salen negativas, siempre que se descarte otra causa más probable.

 

Conclusión

Babesia no es una simple "coinfección". Es una enfermedad por derecho propio, que puede transformar un Lyme tratable en un cuadro multisistémico difícil de manejar. Reconocerla es dar un paso más en el camino hacia el diagnóstico integral y el tratamiento personalizado.

En países como México, donde la babesiosis humana no se reconoce oficialmente y los pacientes con Lyme ya enfrentan enormes barreras diagnósticas, hablar de Babesia es abrir una puerta a la verdad completa. Y esa verdad, aunque incómoda, puede salvar vidas.

 

Fuentes de consulta

  • Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2020). Babesiosis. https://www.cdc.gov/parasites/babesiosis/
  • Hildebrandt, A., Gray, J. S., & Hunfeld, K. P. (2013). Human babesiosis in Europe: what clinicians need to know. Infection, 41(6), 1057–1072. https://doi.org/10.1007/s15010-013-0526-8
  • Horowitz, R. I. (2013). Why Can't I Get Better? Solving the Mystery of Lyme and Chronic Disease. St. Martin's Press.
  • Krause, P. J., Telford, S. R., Spielman, A., et al. (1996). Concurrent Lyme disease and babesiosis: evidence for increased severity and duration of illness. JAMA, 275(21), 1657–1660. https://doi.org/10.1001/jama.1996.03530450043031
  • Ulloa-García, A., Dzul-Rosado, K., Bermúdez-Castillero, S. E., et al. (2020). Detección de Babesia spp. en garrapatas del sur de México. Salud Pública de México, 62(4), 358–363. https://doi.org/10.21149/10160
  • Vannier, E., & Krause, P. J. (2012). Human babesiosis. New England Journal of Medicine, 366(25), 2397–2407. https://doi.org/10.1056/NEJMra1202018

 

¿Tienes dudas o experiencias que compartir? ¡Déjalas en los comentarios!

Nota: Este blog no sustituye el diagnóstico médico. Si sospechas de Lyme, consulta a un profesional.

 

¿Quieres contribuir con nosotros? Escríbenos a fundacionlyme@gmail.com

 

Información recopilada y analizada por Luis Antonio Hernández Cuéllar.

Publicada el 9 de junio del 2025.

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Bienvenid@ a este espacio sobre la enfermedad de Lyme

Hola y gracias por estar aquí. Este blog nace del compromiso con la información veraz, el espíritu crítico y, sobre todo, el respeto por quienes viven —o sospechan vivir— con la enfermedad de Lyme y sus múltiples formas de presentación. Aquí encontrarás contenido cuidadosamente recopilado, analizado y redactado con base en evidencia científica actualizada, pensado para pacientes, familias, profesionales de la salud y toda persona interesada en entender mejor esta compleja condición. Sabemos que el camino del Lyme puede estar lleno de dudas, desinformación, diagnósticos erróneos e incluso negación médica. Por eso, este blog busca ser una brújula, no un destino: una herramienta para orientar, cuestionar y empoderar desde el conocimiento, sin caer en falsas promesas ni recetas universales.  Te invitamos a ver todas las publicaciones utilizando el menú del lado derecho (actívalo con las 3 rayas), donde estarán clasificadas por temas. ¿Qué puedes esperar de este espacio? Rigurosidad cie...

Tratamiento médico: Opciones terapéuticas para la enfermedad de Lyme

Un enfoque integral y basado en evidencia El tratamiento de la enfermedad de Lyme debe adaptarse a la fase clínica, la presencia o no de coinfecciones, el estado inmunológico del paciente y otros factores individuales. No existe un único protocolo que funcione para todos, y eso puede generar confusión, frustración e incluso abandono terapéutico. En esta sección encontrarás una guía clara, respetuosa y bien fundamentada sobre las principales estrategias utilizadas en el tratamiento de Lyme, tanto desde la medicina convencional como desde enfoques integrativos que han ganado reconocimiento en los últimos años. Los temas están organizados para facilitar la comprensión de cada enfoque, sus beneficios, limitaciones y evidencia disponible. Aquí podrás consultar información sobre: Tratamiento médico general según fase de la enfermedad (aguda, diseminada o crónica) Uso de antibióticos: monoterapia vs. terapia combinada Manejo de coinfecciones: Babesia , Bartonella , Ehrlichia, Mycoplas...

La enfermedad y su contagio

Conoce los aspectos esenciales de la enfermedad de Lyme Esta sección reúne las entradas fundamentales para comprender qué es la enfermedad de Lyme, cómo se origina, de qué manera se transmite y por qué representa un desafío diagnóstico y terapéutico a nivel global, especialmente en países como México, donde su reconocimiento aún es limitado. Aquí podrás explorar desde la explicación básica de la enfermedad, hasta los detalles sobre los vectores (las garrapatas), los animales reservorios, las fases clínicas y las manifestaciones más comunes. Cada entrada está basada en evidencia científica y redactada de manera clara y accesible para pacientes, familias y profesionales de la salud. Te recomendamos leerlas en orden, aunque puedes saltar directamente al tema que más te interese: Qué es la enfermedad de Lyme Historia de la enfermedad La garrapata: el vector más olvidado Cómo se transmite la enfermedad Fases clínicas de la infección por Lyme Síntomas tempranos: cómo reconoc...

Acciones por el reconocimiento del Lyme en México

La enfermedad de Lyme existe en México... A pesar de esa afirmación, ha sido sistemáticamente ignorada por el sistema de salud y sus instituciones. Desde Fundación Lyme MX hemos impulsado una serie de acciones concretas —jurídicas, médicas, políticas y sociales— para exigir su reconocimiento como enfermedad endémica en el país. Esta sección del blog está dedicada a mostrar y documentar ese camino: las peticiones, denuncias, investigaciones, testimonios, gestiones legislativas y todo el trabajo detrás de una causa urgente y justa. Hemos agrupado estas acciones en entradas individuales, para que puedas conocer cada una con más detalle. Aquí te presentamos el resumen general y te invitamos a visitar cada enlace para conocer los documentos, evidencias y avances: Entradas destacadas: La enfermedad de Lyme debe ser declarada endémica en México (Petición formal, argumentos científicos y jurídicos) Jennifer Bidault: un caso que lo evidencia todo (Caso emblemático que ilustra la omisión médi...

Diagnóstico, una situación compleja

Diagnóstico Claves para entender cómo se detecta la enfermedad de Lyme (y por qué es tan complejo) El diagnóstico de la enfermedad de Lyme es uno de los mayores retos tanto para pacientes como para profesionales de la salud. En muchos casos, esta infección pasa desapercibida durante semanas, meses o incluso años, y puede confundirse con enfermedades autoinmunes, neurológicas, psiquiátricas o reumatológicas. Esta sección reúne las entradas esenciales para comprender cómo se diagnostica la enfermedad de Lyme, qué pruebas existen, cuáles son sus limitaciones y por qué es importante un enfoque clínico individualizado. Las entradas que aquí encontrarás abordan desde el diagnóstico inicial, hasta los casos crónicos o complejos, y también se exploran los errores más comunes, las coinfecciones que deben considerarse y las alternativas de pruebas más avanzadas disponibles fuera del sistema tradicional. Te invitamos a leer las siguientes entradas clave: ¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Lyme...