Comprendiendo una de las reacciones más desconcertantes del tratamiento de Lyme
⚠️ Advertencia importante:
Esta entrada es solo con fines informativos y educativos. No sustituye
la evaluación ni el seguimiento de un profesional de la salud. Si estás
recibiendo tratamiento para la enfermedad de Lyme y experimentas síntomas
intensos o inesperados, consulta con tu médico antes de tomar cualquier medida.
¿Qué es la Reacción de Jarisch-Herxheimer?
La Reacción de Jarisch-Herxheimer (RJH) es una respuesta
inflamatoria aguda y autolimitada que puede ocurrir en las primeras horas
tras iniciar el tratamiento antibiótico de infecciones causadas por
espiroquetas, como la sífilis, la fiebre recurrente… y especialmente, la
enfermedad de Lyme.
Esta reacción no es una alergia al antibiótico,
aunque muchas veces se confunde como tal. Tampoco indica que el tratamiento
está fallando. Al contrario, es señal de que las bacterias están muriendo
y liberando toxinas que sobreestimulan el sistema inmune (Barquero-Orias et
al., 2023, p. 1–3).
¿Por qué ocurre esta reacción?
Cuando los antibióticos comienzan a matar las bacterias Borrelia,
estas liberan material similar a endotoxinas, como lipoproteínas de
membrana externa. Esto genera:
- Fagocitosis
masiva por células inmunitarias.
- Liberación
exagerada de citocinas inflamatorias (IL-6, IL-8, TNF-α).
- Síntomas
físicos intensos durante varias horas.
Este fenómeno es más común en enfermedades causadas por
espiroquetas porque estos microorganismos invaden tejidos profundos y
generan una inflamación generalizada cuando mueren (Barquero-Orias et al.,
2023, p. 2–3).
¿A quiénes afecta más?
La RJH se observa con más frecuencia en:
- Pacientes
con alta carga bacteriana o infección activa.
- Etapas
tempranas del tratamiento.
- Tratamientos
con bactericidas como penicilinas o tetraciclinas.
- Personas
inmunocomprometidas o con coinfecciones.
- Pacientes
con enfermedad de Lyme en fase diseminada o crónica.
En Lyme, se estima que hasta el 20% de los pacientes
tratados pueden experimentar RJH, aunque algunos estudios en Europa
reportan hasta un 30% (Barquero-Orias et al., 2023, p. 2–3).
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas aparecen generalmente entre 2 y 8 horas
después de iniciar el tratamiento, y pueden durar de 12 a 24 horas,
aunque en algunos casos persisten más tiempo o se presentan en oleadas.
Síntomas comunes:
- Fiebre
alta (hasta 40–42°C)
- Escalofríos
intensos
- Taquicardia,
sudoración
- Dolor
muscular y articular
- Náuseas
o vómito
- Ansiedad
intensa o ataques de pánico
- Empeoramiento
temporal de síntomas neurológicos
- Fatiga
extrema
- Empeoramiento
de lesiones cutáneas
Síntomas graves (poco frecuentes):
- Dificultad
respiratoria
- Hipotensión
severa
- Confusión
o convulsiones
- Dolor
torácico intenso
- Crisis
de disautonomía
En pacientes con Lyme, la RJH puede parecer una recaída o
una reacción al medicamento, lo que puede llevar a suspender el tratamiento
erróneamente (Barquero-Orias et al., 2023, p. 4).
¿Cómo diferenciarla de una alergia al antibiótico?
Característica |
RJH |
Reacción alérgica |
Tiempo de aparición |
1–24 horas después de iniciar antibióticos |
Minutos a pocas horas tras la primera dosis |
Síntomas |
Fiebre, dolor, escalofríos, sudoración |
Ronchas, picazón, dificultad respiratoria, anafilaxia |
Empeoramiento de síntomas |
Temporario y predecible |
Progresivo y potencialmente peligroso |
¿Se debe suspender el tratamiento? |
No, salvo complicaciones graves |
Sí, debe suspenderse inmediatamente |
El manejo
de la RJH no implica suspender el antibiótico, salvo que haya
compromiso vital o duda diagnóstica (Barquero-Orias et al., 2023, p. 7).
¿Cómo manejar la Reacción de Herxheimer?
1. Informarse y no entrar en pánico
Saber que esto puede ocurrir ayuda a no alarmarse. Una
crisis Herx no es señal de fracaso: es parte del proceso de eliminación
bacteriana.
2. Tratamiento de soporte (medidas caseras seguras)
- Reposo
en cama, descanso absoluto.
- Hidratación
abundante con agua y electrolitos.
- Antipiréticos
suaves como paracetamol (acetaminofén).
- Baños
tibios o paños fríos si hay fiebre alta.
- Evitar
la cafeína, el alcohol y el ejercicio físico.
3. Apoyo médico
- Algunos
médicos prescriben antioxidantes, adaptógenos o corticoides de forma
preventiva, aunque esto no es universal.
- En
casos graves, puede requerirse hospitalización o monitoreo continuo.
La reacción puede manejarse en casa si es leve, pero si hay
confusión, convulsiones, disnea o hipotensión severa, es una urgencia médica
(Barquero-Orias et al., 2023, p. 4–5).
¿Se puede prevenir?
No hay forma garantizada de evitarla, pero algunos pacientes
y médicos reportan que las siguientes estrategias pueden reducir la
intensidad:
- Iniciar
con dosis bajas y aumentar gradualmente.
- Usar
tratamientos herbales primero para bajar la carga bacteriana.
- Incorporar
antioxidantes antes de empezar antibióticos.
- Hacer
limpiezas hepáticas o intestinales supervisadas.
- Suplementar
con glutatión, N-acetilcisteína, vitamina C y minerales.
Algunos estudios han probado el uso de anticuerpos
anti-TNF-α, pero aún no hay tratamientos preventivos aprobados
(Barquero-Orias et al., 2023, p. 5–6).
¿Es peligrosa?
En la gran mayoría de los casos, no. La RJH es
incómoda, intensa y puede asustar, pero suele resolverse por sí sola. Sin
embargo, en pacientes con comorbilidades, coinfecciones graves, embarazo o
sistema inmune muy debilitado, puede representar un riesgo potencial si
no se reconoce y maneja a tiempo.
Conclusión
La Reacción de Jarisch-Herxheimer es una etapa desafiante
del camino hacia la sanación. Aunque puede parecer un retroceso, en
realidad es señal de que el cuerpo está haciendo su trabajo: eliminando
bacterias, activando defensas, restaurando el equilibrio.
Acompañamiento médico, información clara y estrategias de
soporte son claves para transitar estas crisis con confianza y seguridad.
No estás exagerando. No estás solo. Estás sanando… aunque
duela un poco.
Fuentes de consulta
- Barquero-Orias,
D., Osejo Rodríguez, M. del S., & Maya Cancino, A. (2023). Reacción
de Jarisch-Herxheimer: una revisión bibliográfica. Archivos Argentinos
de Dermatología, 1–8.
- García
Meléndez, M. E., et al. (2014). Enfermedad de Lyme: actualizaciones.
Gaceta Médica de México, 150, 84–95.
- Stricker, R. B., et al. (2014).
The limitations of the two-tier test for Lyme disease. Clinical
Infectious Diseases, 58(5), 700–701.
- ILADS. (2022). Evidence-based
guidelines for the management of Lyme disease. International
Lyme and Associated Diseases Society.
- Horowitz, R. (2013). Why
Can't I Get Better? Solving the Mystery of Lyme and Chronic Disease. St.
Martin’s Press.
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dudas o experiencias que compartir? ¡Déjalas en los comentarios!
Nota: Este
blog no sustituye el diagnóstico médico. Si sospechas de Lyme, consulta a un
profesional.
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Información recopilada y analizada por Luis Antonio
Hernández Cuéllar.
Publicada el 7 de junio del 2025.
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