Entendiendo el rol silencioso de la fauna silvestre y doméstica en la propagación de Borrelia
Cuando hablamos de la enfermedad de Lyme, la mayoría de las
personas piensa en garrapatas. Pero lo que pocos saben es que las garrapatas
no nacen infectadas: adquieren la bacteria Borrelia burgdorferi al
alimentarse por primera vez de ciertos animales silvestres o domésticos que
actúan como reservorios naturales. Sin estos animales, Borrelia
no podría mantenerse en el ambiente, y las garrapatas no podrían convertirse en
vectores infectantes.
Esta entrada explora con profundidad qué son los
reservorios, qué especies cumplen este rol en México y otras regiones, cómo se
relacionan con la ecología de las garrapatas, y qué implicaciones tienen para
la salud humana y veterinaria.
¿Qué es un reservorio?
En epidemiología, un reservorio es un animal (u
ocasionalmente un humano) que porta un patógeno de forma natural, sin
enfermarse gravemente, y que puede transmitirlo a otros organismos, como
las garrapatas.
Un buen reservorio tiene las siguientes características:
- Alberga
al patógeno durante mucho tiempo.
- Permite
que el patógeno se multiplique en su cuerpo.
- No
presenta síntomas graves (lo que le permite sobrevivir y seguir
alimentando a garrapatas).
- Vive
en ambientes donde coexisten larvas y ninfas de garrapatas.
Cuando una larva de garrapata se alimenta de un reservorio
infectado, puede adquirir la bacteria y convertirse en una ninfa infectante.
¿Qué animales son reservorios de Borrelia?
A lo largo de décadas de investigación, se ha confirmado que
una amplia variedad de animales pueden funcionar como reservorios. Estos pueden
dividirse en tres grandes grupos:
1. Mamíferos silvestres pequeños
Estos son considerados los principales reservorios de Borrelia
burgdorferi:
- Ratones
de campo (Peromyscus spp.)
- Ratas
silvestres (Sigmodon hispidus)
- Ardillas
(Sciurus spp.)
- Zarigüeyas
(Didelphis virginiana)
- Tuzas
y musarañas
Estos animales abundan en bosques, cafetales, áreas
selváticas y zonas periurbanas. Su cercanía a humanos y animales domésticos aumenta
el riesgo de exposición indirecta a la enfermedad de Lyme (Becker et al.,
2014; Gutiérrez et al., 2010).
En estudios realizados en Veracruz y Chiapas, se ha
detectado ADN de Borrelia en roedores capturados en áreas rurales y
forestales (Becker et al., 2014).
2. Aves silvestres y migratorias
Las aves también cumplen un rol importante, no solo como
reservorios sino como vehículos de dispersión:
- Aves
migratorias neotropicales
- Gorrión
doméstico (Passer domesticus)
- Zanates,
mirlos, sinsontes
Muchas especies de aves:
- Portan
garrapatas infectadas adheridas a su cuerpo.
- Migran
miles de kilómetros y diseminan tanto garrapatas como bacterias.
- Son
capaces de mantener la infección sin desarrollar síntomas.
Se han documentado rutas de aves migratorias que cruzan
Norteamérica y llegan a México transportando Ixodes scapularis
infectadas con Borrelia (Feria-Arroyo et al., 2014).
3. Mamíferos medianos y grandes
Estos animales no siempre son reservorios competentes,
pero son claves en el ciclo de vida de las garrapatas:
- Venados
cola blanca (Odocoileus virginianus): fundamentales para
alimentar a las garrapatas adultas, pero no portan Borrelia.
- Zorros,
mapaches y coatíes: reservorios ocasionales.
- Armadillos
y tejones: en ciertas regiones, pueden participar en el ciclo
ecológico.
- Perros
y gatos domésticos: no son reservorios clásicos, pero pueden portar
garrapatas infectadas y convivir estrechamente con humanos.
En comunidades rurales mexicanas, los perros suelen estar
infestados con garrapatas como Amblyomma mixtum o Rhipicephalus
sanguineus, y algunos estudios han detectado presencia de Borrelia
en sus tejidos o suero (Sosa-Gutiérrez et al., 2016).
¿Cómo se conectan los reservorios, las garrapatas y los
humanos?
El ciclo de transmisión de Lyme involucra una cadena
ecológica compleja:
- Un reservorio
silvestre infectado (por ejemplo, un ratón) es mordido por una larva
de garrapata.
- La
larva adquiere Borrelia y, semanas después, se transforma en ninfa.
- La ninfa
infectada busca un nuevo hospedero, que puede ser otro animal... o un
humano.
- Si
la picadura dura más de 24 a 36 horas, puede ocurrir la transmisión de
la bacteria.
Este ciclo se mantiene en la naturaleza de forma silenciosa,
y los humanos nos infectamos de forma accidental, cuando ingresamos a
entornos donde coexisten garrapatas y reservorios.
¿Qué papel juegan los animales domésticos?
Aunque tradicionalmente se ha subestimado su participación, los
perros y gatos pueden fungir como puentes epidemiológicos:
- Transportan
garrapatas desde ambientes rurales o selváticos hacia el hogar.
- En
algunos casos, se ha detectado ADN de Borrelia en perros mexicanos
asintomáticos.
- Pueden
presentar síntomas compatibles con borreliosis: fiebre, cojera, letargia,
renomegalia.
- La
convivencia estrecha con humanos incrementa el riesgo indirecto de
exposición.
Por eso, el control veterinario es una medida clave de
salud pública, especialmente en regiones rurales, cafetaleras, y zonas
boscosas (Sosa-Gutiérrez et al., 2016).
¿Qué pasa con los reservorios en México?
En México, la situación es particularmente compleja debido
a:
- La alta
biodiversidad de fauna silvestre susceptible.
- La poca
vigilancia ecológica y veterinaria en áreas rurales.
- La presencia
documentada de garrapatas infectadas y animales reservorio en al menos
10 estados del país (Gutiérrez et al., 2010; Feria-Arroyo et al., 2014).
- La
falta de reconocimiento institucional de Lyme como enfermedad endémica.
Estados como Veracruz, Chiapas, Tamaulipas, Yucatán y San
Luis Potosí tienen condiciones ambientales ideales para mantener ciclos
zoonóticos activos.
¿Por qué es importante conocer a los reservorios?
Porque la prevención del Lyme no solo depende de evitar
picaduras de garrapata, sino también de entender los ecosistemas que
perpetúan la bacteria. Ignorar a los reservorios es como tratar de apagar
un incendio sin saber de dónde viene el fuego.
Además, el contacto creciente entre humanos, fauna silvestre
y animales domésticos (debido a la urbanización, la deforestación, la ganadería
extensiva y el cambio climático) ha aumentado el riesgo de zoonosis
emergentes, entre ellas la enfermedad de Lyme.
¿Qué medidas pueden tomarse?
- Promover
campañas de vigilancia ecológica en zonas rurales y periurbanas.
- Capacitar
a veterinarios y médicos rurales en enfermedades transmitidas por
vectores.
- Desparasitar
periódicamente a mascotas con productos que eliminen garrapatas en
todas sus fases.
- Establecer
vallas sanitarias en granjas y cafetales para reducir la
convivencia entre animales silvestres y domésticos.
- Implementar
programas educativos comunitarios para reconocer el riesgo de Lyme
y otras zoonosis.
Conclusión
Los reservorios de Borrelia son el eslabón inicial
del ciclo ecológico que culmina en la enfermedad de Lyme. Conocerlos,
estudiarlos y monitorearlos es indispensable si queremos avanzar en la
prevención, el diagnóstico y el tratamiento adecuado de esta compleja
enfermedad.
No se trata de eliminar a la fauna silvestre, sino de reconocer
su rol ecológico y aprender a convivir con ella de forma informada y
segura. Porque la naturaleza tiene sus propios equilibrios, y nosotros somos
parte de ese delicado sistema.
Fuentes de consulta
- Becker,
I., et al. (2014). Reservorios silvestres de Borrelia burgdorferi en el
sureste de México. Revista Mexicana de Biodiversidad, 85(2), 530–543.
- Feria-Arroyo,
T. P., et al. (2014). Amblyomma
ticks as potential vectors of Borrelia in Mexico. Journal of
Vector Ecology, 39(1), 135–145.
- García
Meléndez, M. E., et al. (2014). Enfermedad de Lyme: actualizaciones.
Gaceta Médica de México, 150, 84–95.
- Gutiérrez,
V., Becker, I., et al. (2010). Distribución de garrapatas del género Ixodes
y su papel como vectores en México. Revista Biomédica, 21(4), 215–230.
- Sosa-Gutiérrez,
C. G., et al. (2016). Diversity
and distribution of ticks in Mexico: a review. Ticks and
Tick-borne Diseases, 7(1), 15–30.
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dudas o experiencias que compartir? ¡Déjalas en los comentarios!
Nota: Este
blog no sustituye el diagnóstico médico. Si sospechas de Lyme, consulta a un
profesional.
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Información recopilada y analizada por Luis Antonio Hernández Cuéllar.
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