Cuando los síntomas no se van aunque ya terminaste los antibióticos
Muchas personas que reciben tratamiento para la enfermedad
de Lyme esperan recuperar su salud por completo en pocas semanas. Pero para un
porcentaje significativo de pacientes, eso no sucede. Aun después de haber
tomado antibióticos, los síntomas persisten o incluso empeoran con el tiempo.
A este fenómeno se le ha llamado síndrome postratamiento de la enfermedad de
Lyme (PTLDS, por sus siglas en inglés).
Esta entrada explica qué es el síndrome post-Lyme, cómo se
diferencia del Lyme crónico, qué síntomas lo caracterizan y cuáles son las
teorías científicas actuales para entenderlo. Porque, aunque ya hayas recibido
tratamiento, tu cuerpo podría seguir pidiendo ayuda.
¿Qué es el síndrome post-Lyme?
El síndrome postratamiento de la enfermedad de Lyme
(PTLDS) se refiere a un conjunto de síntomas que persisten por más de seis
meses después de completar el tratamiento antibiótico estándar, y que no
pueden explicarse por otra enfermedad.
Los síntomas suelen incluir:
- Fatiga
severa y prolongada
- Dolor
muscular o articular persistente
- Dificultades
cognitivas (“niebla mental”)
- Trastornos
del sueño
- Disautonomía
(mareos, taquicardia, intolerancia ortostática)
Según el CDC, se estima que entre el 10% y el 20% de los
pacientes tratados para Lyme desarrollan este síndrome (CDC, 2023).
¿Cuáles son los síntomas principales?
Fatiga crónica
- Cansancio
extremo que no mejora con el descanso.
- Puede
dificultar trabajar, estudiar o realizar tareas simples.
Dolor persistente
- En
músculos, articulaciones, tendones o espalda.
- Puede
migrar o ser constante.
- A
menudo se confunde con fibromialgia.
Síntomas neurocognitivos
- Dificultad
para concentrarse, recordar o procesar información.
- “Niebla
mental”, confusión, lapsos de memoria.
- Cambios
en el estado de ánimo, ansiedad o irritabilidad.
Trastornos del sueño
- Insomnio,
sueño fragmentado o no reparador.
- Despertares
frecuentes sin causa aparente.
Trastornos autonómicos
- Palpitaciones,
intolerancia al calor o al estar de pie.
- Mareos,
visión borrosa, presión baja o taquicardia postural.
¿Por qué ocurre el síndrome post-Lyme?
Existen varias hipótesis sobre el origen del PTLDS. Algunas
de las más aceptadas son:
1. Daño residual del sistema inmunológico
Se cree que el sistema inmunológico queda “activado” o
alterado tras la infección, produciendo inflamación crónica o autoinmunidad
leve, incluso cuando la bacteria ya no está activa (Chandra et al., 2010).
2. Persistencia bacteriana en formas resistentes
Aunque el CDC lo niega, múltiples estudios han detectado formas
persistentes de Borrelia (biofilms, quistes, formas intracelulares)
después del tratamiento antibiótico, lo que sugiere que en algunos casos podría
seguir habiendo infección activa o latente (Middelveen et al., 2014).
3. Coinfecciones no tratadas
Muchas personas infectadas con Borrelia también
adquieren otras infecciones como Babesia, Bartonella o Mycoplasma.
Si estas no se tratan adecuadamente, los síntomas pueden persistir.
4. Disregulación del eje neuroendocrino
El estrés prolongado y la inflamación pueden alterar el
funcionamiento del sistema nervioso autónomo, las glándulas suprarrenales, la
tiroides y la función mitocondrial, perpetuando el malestar.
¿Qué diferencia al síndrome post-Lyme del Lyme crónico?
Aunque en la práctica comparten muchos síntomas, el CDC y
otros organismos distinguen ambas condiciones por la supuesta presencia o
no de infección activa.
Característica |
PTLDS (síndrome post-Lyme) |
Lyme crónico/persistente |
Infección activa presente |
No (según CDC) |
Posible persistencia de Borrelia |
Coinfecciones tratadas |
No necesariamente evaluadas |
Suelen considerarse y tratarse |
Duración de los síntomas |
≥ 6 meses postratamiento |
Variable (puede durar años) |
Tratamiento recomendado |
Soporte sintomático (según CDC) |
Tratamiento antibiótico individualizado (ILADS) |
Visión institucional |
Síndrome sin causa infecciosa |
Enfermedad infecciosa crónica |
La ILADS
considera que PTLDS podría ser un caso mal diagnosticado de infección
persistente, y aboga por una reevaluación clínica completa (ILADS, 2022).
¿Por qué los pacientes con PTLDS son maltratados?
- Los
síntomas no se ven en análisis convencionales.
- Muchos
médicos creen que “ya estás curado”.
- El
sistema de salud no tiene protocolos para dar seguimiento.
- Se
suele derivar a psiquiatría o medicina psicosomática.
Esto genera un profundo sentimiento de incomprensión,
abandono y estigmatización médica. Y lo más grave: los pacientes siguen
enfermos, sin tratamiento ni apoyo real.
¿Se puede tratar el síndrome post-Lyme?
Sí. Aunque los tratamientos convencionales dicen que no hay
cura, muchos médicos expertos en Lyme y coinfecciones han logrado
estabilizar o mejorar notablemente a pacientes con PTLDS, usando enfoques
integrativos y personalizados.
Las estrategias incluyen:
- Revisión
completa de posibles coinfecciones y persistencia bacteriana.
- Apoyo
inmunológico, neuroendocrino y digestivo.
- Suplementación
dirigida (mitocondrial, antiinflamatoria, antioxidante).
- Rehabilitación
física y cognitiva.
- Tratamientos
antimicrobianos adicionales (cuando hay evidencia clínica de infección
persistente).
- Apoyo
emocional y psicoterapia enfocada en enfermedades crónicas.
Conclusión
El síndrome post-Lyme no es una invención ni un problema
psicológico. Es una realidad que viven miles de personas tras haber sufrido
una infección real, que no siempre se resuelve con dos o tres semanas de
antibióticos.
Ignorar los síntomas persistentes solo empeora la situación.
Escuchar al paciente, investigar a fondo y actuar sin prejuicios es la única
forma de devolver calidad de vida a quienes, después del tratamiento, siguen
sin estar bien.
Fuentes de consulta
- García
Meléndez, M. E., et al. (2014). Enfermedad de Lyme: actualizaciones.
Gaceta Médica de México, 150, 84–95.
- CDC. (2023). Post-Treatment
Lyme Disease Syndrome. Centers for Disease Control and Prevention.
- ILADS. (2022). Evidence-based
guidelines for the management of Lyme disease. International
Lyme and Associated Diseases Society.
- Chandra, A., et al. (2010). Anti-neural
antibody reactivity in patients with a history of Lyme borreliosis and
persistent symptoms. Brain, Behavior, and Immunity, 24(6),
1018–1024.
- Middelveen, M. J., et al.
(2014). Persistence of Borrelia burgdorferi in tissues despite
antibiotic treatment: A systematic review. Open Journal of
Medical Microbiology, 4(3), 79–90.
- Stricker, R. B., & Johnson,
L. (2010). Lyme disease diagnosis and treatment: lessons from the AIDS
epidemic. Minerva Medica, 101(6), 419–425.
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dudas o experiencias que compartir? ¡Déjalas en los comentarios!
Nota: Este
blog no sustituye el diagnóstico médico. Si sospechas de Lyme, consulta a un
profesional.
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Información recopilada y analizada por Luis Antonio
Hernández Cuéllar.
Publicada el 9 de junio del 2025.
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