Un enfoque informativo para comprender cómo se trata la enfermedad de Lyme en cada etapa
⚠️ Advertencia importante:
Esta entrada tiene únicamente fines informativos y educativos. No
sustituye una consulta médica ni constituye una indicación de tratamiento. Cada
paciente con posible enfermedad de Lyme o ya diagnosticado debe ser evaluado por un profesional de la
salud capacitado, quien decidirá el abordaje terapéutico más adecuado según
el historial clínico, la sintomatología y los hallazgos diagnósticos. Nunca te
automediques ni suspendas tratamientos sin supervisión médica.
¿Por qué es importante considerar la fase de la
enfermedad?
La enfermedad de Lyme no es estática. Su evolución clínica
pasa por distintas fases que pueden ir desde una infección localizada y
controlable hasta una forma diseminada o crónica multisistémica. Cada
una de estas etapas requiere un enfoque terapéutico diferente. Lo que es
útil en la fase temprana puede ser insuficiente o incluso contraproducente en
fases avanzadas.
Por ello, el tratamiento debe adaptarse al momento
clínico del paciente, a la presencia de coinfecciones y al estado
inmunológico y metabólico general.
A continuación, se describe el abordaje más comúnmente
recomendado según la fase clínica de la enfermedad, tomando como base las guías
de ILADS (International Lyme and Associated Diseases Society), publicaciones
científicas revisadas por pares y experiencia clínica documentada.
Fase 1: Enfermedad temprana localizada (fase aguda)
Inicio: desde los primeros días hasta 4–6 semanas
después de la picadura.
Objetivo del tratamiento: erradicar la bacteria antes de que se disemine
por el cuerpo.
Características clínicas:
- Eritema
migrans (mancha roja en forma de diana, ojo de buey o tiro al blanco).
- Fiebre
leve, fatiga, dolor de cabeza, mialgias.
- No
hay síntomas neurológicos, articulares ni cardíacos severos.
Tratamiento recomendado (según guías ILADS y CDC):
- Doxiciclina
100 mg, 2 veces al día, por 21 a 28 días.
Alternativas: - Amoxicilina
500 mg, 3 veces al día (embarazadas o menores de 8 años).
- Cefuroxima
axetilo 500 mg, 2 veces al día.
En esta fase, el tratamiento oral es usualmente
suficiente, y puede prevenir la progresión a formas diseminadas o
persistentes (García Meléndez et al., 2014, p. 89).
Consideraciones:
- En
presencia de eritema migrans, no es necesario esperar pruebas de
laboratorio para iniciar tratamiento.
- Si
el paciente tuvo contacto reciente con una garrapata infectada y presenta
síntomas, el tratamiento temprano es preferible a esperar confirmación
serológica.
- ILADS
sugiere tratar por más de 21 días si los síntomas no remiten completamente.
Fase 2: Enfermedad diseminada temprana
Inicio: entre 4 semanas y 6 meses después de la picadura.
Objetivo del tratamiento: controlar la diseminación y tratar órganos
afectados.
Características clínicas:
- Artritis
migratoria o inflamación de grandes articulaciones.
- Síntomas
neurológicos: parestesias, parálisis facial, disfunción cognitiva leve.
- Palpitaciones,
bloqueo AV leve.
- Múltiples
lesiones cutáneas.
- Síntomas
gripales recurrentes, fatiga moderada.
Tratamiento sugerido:
- Antibióticos
orales o intravenosos, según severidad:
- Doxiciclina
100 mg, 2 veces al día, por 4 a 6 semanas.
- En
casos moderados a graves:
→ Ceftriaxona 2 g diarios IV durante 14 a 28 días.
→ Alternativas: cefotaxima, penicilina G IV.
Consideraciones clínicas:
- Si
hay compromiso neurológico leve o articular moderado, el tratamiento oral
prolongado puede ser suficiente.
- En
presencia de carditis de Lyme (bloqueo AV), se recomienda
hospitalización y tratamiento intravenoso.
- Evaluar
la presencia de coinfecciones (Babesia, Bartonella, Ehrlichia), ya que
éstas pueden modificar el esquema terapéutico (Feria-Arroyo et al., 2014).
Fase 3: Enfermedad tardía o crónica (fase persistente)
Inicio: meses o años después de la infección inicial.
Objetivo del tratamiento: controlar la infección persistente, modular la
inflamación y restaurar el equilibrio del organismo.
Características clínicas:
- Fatiga
crónica severa, niebla mental, insomnio.
- Dolor
articular persistente, inflamación intermitente.
- Síntomas
neuropsiquiátricos (ansiedad, pánico, depresión).
- Disautonomía,
intolerancia al ejercicio, hipersensibilidad sensorial.
- Coinfecciones
activas o reactivación viral.
Tratamiento sugerido (enfoque ILADS / MSIDS):
1. Terapia antibiótica prolongada, combinada y rotativa:
- Combinación
de 2 o 3 antibióticos que aborden distintas formas de Borrelia:
- Doxiciclina
+ rifampicina + metronidazol.
- Azitromicina
+ cefuroxima + tinidazol.
Los tratamientos pueden durar de 2 meses a más de un año,
dependiendo de la evolución clínica.
2. Tratamiento de coinfecciones:
- Babesia
→ atovacuona + azitromicina o clindamicina.
- Bartonella
→ rifampicina, claritromicina, minociclina.
- Ehrlichia
→ doxiciclina prolongada.
- Virus
reactivados → antivirales + inmunomoduladores.
3. Apoyo integral:
- Suplementación
nutricional (vitaminas B, D, C, magnesio).
- Modulación
inmunológica con antioxidantes (glutatión, NAC, cúrcuma).
- Desintoxicación
hepática y linfática.
- Tratamiento
del intestino (SIBO, disbiosis, permeabilidad intestinal).
- Apoyo
psicológico especializado en enfermedad crónica invisible.
Estos protocolos deben ser individualizados y siempre
guiados por un médico experto en enfermedades transmitidas por garrapatas
(Stricker et al., 2014; ILADS, 2022).
¿Por qué algunos tratamientos fallan?
- Diagnóstico
tardío: muchas personas son tratadas años después de la infección
inicial.
- Tratamiento
insuficiente o demasiado corto.
- Coinfecciones
no detectadas ni tratadas.
- Disfunción
inmunológica o intestinal preexistente.
- Inadecuada
tolerancia al antibiótico (efectos adversos, interacciones,
herxheimer).
- Persistencia
de Borrelia en biofilms o formas quísticas.
¿Qué dicen las guías?
CDC (EE.UU.):
- Recomienda
tratamiento antibiótico limitado (10 a 21 días).
- Reconoce
el síndrome posterior a Lyme, pero no promueve tratamiento prolongado.
ILADS (Sociedad Internacional de Lyme):
- Promueve
evaluación individualizada.
- Reconoce
enfermedad persistente por Borrelia y coinfecciones.
- Acepta
tratamiento prolongado y multimodal en fases crónicas.
- Considera
las pruebas de laboratorio como complementarias, pero no decisivas.
En regiones como México, donde Lyme no es reconocida oficialmente
como endémica, el acceso a médicos capacitados y pruebas especializadas es
limitado, lo que hace aún más importante la orientación informada del
paciente (Gutiérrez et al., 2010; Sosa-Gutiérrez et al., 2016).
FÁRMACO |
DOSIFICACIÓN |
|
|
ETAPA TEMPRANA |
|||
Amoxicilina |
500 mg orales, 3 veces al día,
durante 14 días |
||
Doxiciclina |
100 mg orales, 2 veces al día,
durante 10 días |
||
Cefuroxima axetilo |
500 mg orales, 2 veces al día,
durante 14 días |
||
Azitromicina (para pacientes que no
pueden tomar doxiciclina o antibióticos beta-lactámicos) |
500 mg orales, 1 vez al día, durante
7 días |
||
CON MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS |
|||
Parálisis de Bell (sin otras
anomalías neurológicas): |
|||
Doxiciclina |
100 mg orales, 2 veces al día,
durante 14–21 días |
||
Meningitis (con o sin
radiculoneuropatía o encefalitis)‡: |
|||
Ceftriaxona |
2 g IV 1 vez al día, durante 14–21
días |
||
Cefotaxima |
2 g IV cada 8 h, durante 14–21 días |
||
Penicilina G |
3–4 millones de unidades IV cada 4
horas, durante 14–21 días |
||
Doxiciclina (para la enfermedad
neurológica temprana) |
100–200 mg orales 2 veces al día,
durante 14–21 días |
||
CON MANIFESTACIONES CARDIACAS |
|||
Ceftriaxona |
2 g IV 1 vez al día, durante 14–21 días |
||
Penicilina G |
3–4 millones de unidades IV cada 4
horas, durante 14–21 días |
||
Doxiciclina |
100 mg orales, 2 veces al día,
durante 14–21 días§ |
||
Amoxicilina |
500 mg orales, 3 veces al día,
durante 14–21 días§ |
||
Cefuroxima |
500 mg orales, 2 veces al día,
durante 14–21 días§ |
||
CON ARTRÍTIS (SIN AFECTACIONES
NEUROLÓGICAS) |
|||
Amoxicilina |
500 mg orales, 3 veces al día,
durante 28 días |
||
Doxiciclina |
100 mg orales, 2 veces al día durante
28 días |
||
Cefuroxima axetilo |
500 mg orales, 2 veces al día, durante
28 días |
||
Ceftriaxona |
2 g IV 1 vez al día durante 28 días |
||
CON ACRODERMATITIS CRÓNICA ATRÓFICA |
|||
Amoxicilina |
500 mg orales, 3 veces al día,
durante 21-28 días |
||
Doxiciclina |
100 mg orales, 2 veces al día,
durante 21-28 días |
||
Cefuroxima |
500 mg orales, 2 veces al día,
durante 21-28 días |
||
*Las embarazadas pueden recibir 500
mg de amoxicilina 3 veces al día durante 14 días. No es necesario el
tratamiento de las embarazadas seropositivas pero asintomáticas. |
|||
†Sin compromiso neurológico, cardíaco
o de las articulaciones. Para la enfermedad de Lyme limitada a una sola
lesión de eritema migratorio, 10 días son suficientes. |
|||
‡No se ha establecido la duración
óptima de la terapia. No hay estudios de casos y controles para las terapias
de > 4 semanas para ninguna manifestación neurológica de la enfermedad de
Lyme. |
|||
§Para la carditis leve con bloqueo
cardíaco de primer grado en el cual el intervalo PR es < 300 millisegundos
y la función ventricular es normal. |
|||
║El tratamiento comienza con un
régimen oral, que se repite si la respuesta es inadecuada. Si no hay
respuesta o los síntomas empeoran, se administra ceftriaxona por vía
parenteral. |
|||
Conclusión
La enfermedad de Lyme no tiene un solo tratamiento
universal. Cada fase de la enfermedad, cada cuerpo y cada contexto
requieren un plan ajustado, progresivo y supervisado por un profesional
capacitado. A pesar de la controversia, los pacientes tienen derecho a ser
escuchados, tratados con dignidad y acceder a información confiable.
Con conocimiento, acompañamiento médico y un enfoque
integral, la recuperación es posible.
Fuentes de consulta
- Becker,
I., et al. (2014). Reservorios silvestres de Borrelia burgdorferi en el
sureste de México. Revista Mexicana de Biodiversidad, 85(2), 530–543.
- Feria-Arroyo,
T. P., et al. (2014). Amblyomma
ticks as potential vectors of Borrelia in Mexico. Journal of Vector
Ecology, 39(1), 135–145.
- García
Meléndez, M. E., et al. (2014). Enfermedad de Lyme: actualizaciones.
Gaceta Médica de México, 150, 84–95.
- Gutiérrez,
V., Becker, I., et al. (2010). Distribución de garrapatas del género
Ixodes y su papel como vectores en México. Revista Biomédica, 21(4),
215–230.
- Stricker, R. B., et al. (2014).
The limitations of the two-tier test for Lyme disease. Clinical
Infectious Diseases, 58(5), 700–701.
- ILADS. (2022). Evidence-based
guidelines for the management of Lyme disease. International
Lyme and Associated Diseases Society.
- Horowitz, R. (2013). Why
Can't I Get Better? Solving the Mystery of Lyme and Chronic Disease. St.
Martin’s Press.
- Waddell, L. A., et al. (2016). The
accuracy of diagnostic tests for Lyme disease in humans: a systematic
review and meta-analysis. BMC Infectious Diseases, 16, 1–19.
¿Tienes
dudas o experiencias que compartir? ¡Déjalas en los comentarios!
Nota: Este
blog no sustituye el diagnóstico médico. Si sospechas de Lyme, consulta a un
profesional.
¿Quieres
contribuir con nosotros? Escríbenos a fundacionlyme@gmail.com
Información recopilada y analizada por Luis Antonio
Hernández Cuéllar.
Publicada el 7 de junio del 2025.
Comentarios
Publicar un comentario